QUIÉN SOY

Soy médico-cirujano de la Universidad de Chile. Mi formación como psiquiatra la realicé en el “Instituto Psiquiátrico de Santiago Dr. José Horwitz Barak”. Luego seguí trabajando en dicho recinto llegando a ser jefe del Departamento de Crónicos Nº 6 y desarrollé un proyecto de Agricultura Orgánica con enfermos crónicos del Departamento Judicial.  Dicho trabajo me permitió ingresar a la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía de Chile en el año 1987.

Posteriormente me trasladé a Viña del Mar, donde ejerzo en mi consulta particular.

Soy profesor de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso desde 1990. Actualmente soy profesor titular.

Mi formación psicoterapéutica la adquirí con Lola Hoffmann y en el ICHAP (Instituto Chileno de Psicoterapia Psicoanalítica).

Mi quehacer profesional está esencialmente abocado a la psicoterapia analítica, con especial énfasis en un enfoque ecléctico que incorpora elementos junguianos (Carl. G, Jung) y del psicoanálisis tradicional. También trabajo con sueños; y en el marco de un contexto psicoterapéutico, si las indicaciones son adecuadas, realizo regresiones.

Para facilitar la comprensión de las ideas de Carl J. Jung -que no se caracteriza por expresarse en forma simple- decidí escribir un libro introductorio sobre su vida y su obra, destinado a público en general e interesado en dichas materias. Se llama “Jung en Fácil” y encontrarán el prólogo, la introducción y el índice en la sección LIBROS.

QUÉ HAGO

La visión junguiana se caracteriza por compartir la idea que el ser humano está en un continuo proceso de crecimiento, el Proceso de Individuación, que lo lleva a desarrollar aquellas potencialidades que yacen en su ser. Mientras más se desvíe del camino propio más problemas va a tener. Por así decirlo, más neurótico va a ser.

En la primera mitad de la vida esa búsqueda de la propia identidad, del propio sendero va a estar más limitado por una serie de exigencias sociales que están establecidas y que dejan menos libertad. Es necesario asentarse en el mundo, estudiar, trabajar, formar una familia, criar niños, etc. Pero llega un instante en que dichos desafíos de alguna manera ya están cumplidos, en general eso ocurre entre los 35 y los 45 años; no obstante, como todo en la psique, hay amplio margen para las variaciones individuales. A esa edad ya se tiene una visión suficientemente larga del camino recorrido.

Según Jung, se llega al peak de la vida, a la cima de la montaña, y desde ahí se contempla el paisaje que ahora queremos recorrer. Es especialmente importante en esta segunda etapa que la vida adquiera un sentido y ese sentido es eminentemente personal.

Como terapeuta ayudo en el esclarecimiento de dicho sentido. Numerosas patologías, neurosis, ansiedad, depresión, entre otras; tiene su origen o se ven acrecentadas, en una separación que ya no es posible de mantener, entre lo que se está haciendo, como se está enfocando la vida, y el verdadero fluir del Self. Hay una sensación de vacío dada por la distancia entre los impulsos, los deseos y las tendencias que no se han satisfecho. Muchas veces ni siquiera se han identificado cuales son.

La vida solo es posible de ser vivida en plenitud si es que tiene un sentido. Y la búsqueda de sentido es la labor prioritaria en la segunda mitad de la vida. En la primera es establecerse en el mundo e ir creando las condiciones necesarias para que se vaya produciendo el despliegue del Self. No es posible saltarse las etapas. La psicoterapia ayuda a adquirir un balance propio, esto quiere decir, en concordancia y armonía consigo mismo.

Hay patologías en las que es necesario utilizar medicamentos, y muy bien indicados están. Pero siempre va a ser una mejor alternativa, paralelo a los fármacos, que el Yo de la persona vaya incorporando mayores herramientas psíquicas. En este caso lo que abunda no daña. Todo lo contrario. Aquella persona más sana mentalmente va a ser quien pueda tener a su disposición un mayor bagaje psíquico a que recurrir, y la libertad de poder hacerlo.

CITAS CITABLES

Oh, soñadora: para hundirme en la pura delicia sin senda, aprende, con sutil error, a guardar mi ala en tu mano.

Stéphane Mallarmé

Hoy me siendo bien, un Balzac; estoy terminando esta línea.

Augusto Monterroso

BIEN y ahora ¿quién nos liberará de nuestros liberadores?

Nicanor Parra